miércoles, 20 de mayo de 2020

DIOSES OCULTOS


















A Hilario Juárez



JUANDEMARO QUERALES




                     I

Mi agnosticismo concluyó
en mi separación del catolicismo
para adherirme a otra religión
Donde mis descendientes
Se creen ungidos de dios
Para anunciar el nuevo credo



               II

Por la amenaza de los falsos profetas
Creo vivir mis últimos días
No sabiendo que este encierro
es un ardid de esta tiranía
como forma de control social
                               III

Después del aceve
Lo que me llevó a un estricto tratamiento
Sobreviví perdiendo el miedo
a lo que pueda venir
Hoy hice planes
Para cuando pase
la cuarentena del coronavirus


                                    


                                  IV

Con el temor infundado
Ante la nueva pandemia
Veo que es una desventaja
Haber sobrepasado
La sexta década
De una vida siempre tambaleándose
sobre el abismo






                                     V


Mi discurso reproductor del mundo
no es captado por las elites
siempre me han considerado
como un excéntrico
que no mide su lenguaje
Ellos prefieren cancelarles los diarios





                                                        VI

Con los espacios recobrados
Por los explotados de siempre
Aborígenes y negros africanos
Los amos blancos
Con el alumbrado de la plaza
Y la expulsión de los “salvacionistas”
Reformistas partidarios del Liberalismo





                             VII

Si no es la sociedad nazi
Ni el fascismo ni el estalinismo
Entonces  qué es?
Cuando tenemos que guardar cuarentena
Ante  la amenaza de un virus
Que acabaría con la vida en la tierra






                                                     VIII

Tenía un amigo
Que murió infartado
En el metro en la estación del centro de Santiago
Cremado y sus cenizas
Trasladadas cuatro meses después
A su país de origen
Y todo pasó de forma clandestina




                                        IX



No creo en el Apocalipsis  según San Juan  
Y en el Armagedón
 Ni en el mil y más
Lo duro de la crisis ya pasó
Las plagas bíblicas con que nos amenazaban
Los medios masivos de comunicación
Morir contagiado por el nuevo virus
Es un destino reservado a los más ricos
Y opulentos del planeta




                                                        X



Se marchó definitivamente
Cuando no lo esperábamos
Un coro de la catedral
Le canta canciones de Roberto Carlos
en señal de despedida
haciendo mas triste la mañana
del campo larense




                                              XI
Por momentos siento ganas
de acercarme a Corazón de Jesús
y ver a la razón de mi existencia
no es la letra de un bolero del Caribe
es el amor ligado al temor
a la plaga bíblica de la extinción





                                            XII


No creo en la resurrección de los muertos     
Sin  embargo guardo cautiverio
Porque el temor a desaparecer
Y  a las   represivas
Me obligan a resignarme
A cumplir la cuarentena




                                     XIII

No quiero saber nada
Sobre teorías salvacionistas
Tengo mis dudas  sobre la existencia
del alma y una próxima vida
Si hay energía
 Y la he empleado
en trabajar el lenguaje







                                     XIV



Si de verdad hay otra vida
después de esta
Mi Madre a quien ame mucho
vive permanentemente
en mi pensamiento de todos los días
es mi sombra
que me acompaña
hasta el último día




                                        XV


Nunca deserté del paisaje diabólico
A la espera de mi transformación en polvo
Mi paso por esta vida
Llena de caoticidad
No termina con los huesos confundidos
Con la tierra agrietada del desierto
Con el tejido cortical
Puedo dar vida a otros seres
sin sentimientos
eso afirma el mito hollywodesco





                                                XVI



Sin regar las cenizas
En parques desolados
Y ríos contaminados
Me conformo con preservar
Mi pensamiento
en el lenguaje eterno
Es la garantía de perpetuarme en el tiempo
Aquí en esas narraciones dejo el testimonio
sobre el epos cronológico
Bondad de esta sociedad documental

















                                             XVII
Soy el viejo chaman de la tribu
que almacena en su alma
las vicisitudes de la larga experiencia
en que suele dividirse los ciclos vitales
en que se origina la modernidad
Tomando como punto de partida
el tercer viaje de Cristóbal Colon
Quien arribó a Macuro tierra firme
Rebautizada por aquellos primeros europeos
Con el nombre de Nuevo Mundo





                                              XVIII


El estigma de una raza vencida
Por la superioridad de las armas
Empleadas por el blanco predador
Creación de un ser hibrido
Producto de la fusión de razas
Que ahora solo ahora
Después de tantas derrotas y frustraciones
Este homus latino ha empezado a recuperar
Antiguos espacios
En los que los antiguos amos
Lograban orgasmos prolongados
Es lo que el blanco llama
La invasión de los barbaros






                                          XIX





















Los espacios públicos y privados
Se ven llenos de antiguos ilotas
Que habían permanecido esclavizados
Sin imaginarios por ser razas vencidas
Con dioses derrotados
El antiguo animal de carga
Se reacomoda y percibe el sometimiento
de manera variable carnavalizado
Es el colonialismo de cosmogonías y teogonías
Donde el sometimiento se acepta como una transacción






                             XX


Somos los sucesores de Espartaco
De Boves, de Martín Espinoza y el “catire” Páez
Somos los jacobinos negros
En la línea de  Le tousian l`Ourverter, Henri Cristofer, Petiòn
Es la pieza que falta
Al mosaico de la Nueva Visión
aluvión ,carnavalizado, multivariable


                                      XXI


Las dos matas de Ceiba
 que tenemos en el patio
equivalente al Castaño bíblico
no provienen del Monte Líbano
cuya madera se empleó en la construcción
del segundo Templo de Jerusalén
el origen es más modesto
además de emplearlas en ahorcar
a quienes condenaba la justicia española
en los reinos castellanos de América
Su función es protegerme
de todo mal ya que soy inmune
a brujería y maldiciones




                                            XXII


Siempre estoy debajo de sus ramas
Su sombra y su frescura
se combinan con el canto de las aves
que abundan en las mañanas
Todo esto es comparable
a la última voluntad de Eugenio Montejo
la de ser enterrado entre las raíces
de un viejo Samán en el Campo de Carabobo



                                                           XXIII


No es que me sienta solo
Mi convicción es que estoy realizado
Ese maratón que hago dos veces
Al día hacía Corazón de Jesús
Donde me espera Orelis
ella es la razón de mi existencia


                      XXIV


Siempre estoy en la vieja casa
 son tres generaciones
que pasaron por sus cuartos y pasillos
desde lo profundo de la memoria
percibo que muchos miembros de la etnia
quieren recrear el tiempo cronológico
y ser la voz de tiempos mejores
inaugurados en el año de 1858
cuando seis familias judías
se cansaron de esperar la Escuadra
de la Reina de Holanda
y se vinieron a Carora
Es la rama sefardí
Que me obliga a expresarme
con la lengua escrita



                                     XXV


El antisemitismo judío no era la razón
Del enfrentamiento entre Juan Crisóstomo Falcón y los judíos de Coro
el problema era por el comercio
de esa parte de la Costa Occidental
La Península de Paraguanà la controla Falcón y sus Padre
La Vela, Coro, y los Puertos de Altagracia de los judíos
Al decidirse la Guerra a favor de las Armas Federales
Los hijos de Israel deciden regresar a las Islas
Llamando a la Armada de Holanda
Mientras llegan los barcos esperan en el pueblo de Chichiriviche
Por la tardanza de los navíos estas seis familias deciden atravesar 
La montaña que nos separa del Mar Caribe
En ese pequeño éxodo está el origen de mi Madre



                                                 XXVI


Si bien los sefarditas holandeses de Coro
Eran conversos al catolicismo
Estos calvinistas, hugonotes
Lograron incrustarse en la rígida sociedad
colonial dividida en castas
Pintar muros de blanco y puertas y ventanas de verde,
Se vieron muchas veces en ciudades de los reinos españoles
 de América. También en los jardines y huertos se plantaban:
limones, higos. Lograron además convencer a las Autoridades
coloniales , de guardar el mediodía de los sábados. Mármol, Curiel
Aldazoro, Maduro, Sequeda, Lameda. El primer Jacobo Curiel,
Llegó a regentar una Farmacia alrededor de la Plaza Bolívar, este
Negocio lo heredo su hijo natural, don Antonio Lameda. Para un día
los blancos de la plaza, lo echaron con negocio y todo al otro lado del río,
San Francisco allí se estableció este altruista hebreo, allí en ese pueblo
Desértico nació el ilustre poeta Alì Lameda, autor del “Corazón de Venezuela”.



                                           XXVII



De mi origen judío guardo respeto a la memoria de mi madre
quien no ocultaba su admiración por la diáspora de las 12 tribus
durante dos mil años pugnaron por asentarse en la tierra prometida
Hasta el término de la Segunda Guerra Mundial. Cuando se crea
 un Hogar Judío en la Palestina. Mi Madre siempre reivindicó  sus raíces
judías. Leía el viejo Testamento, el Deutoteronio, el Pentateuco, la llamado
Torà. Los Judíos Caroreños se integraron al imaginario que se abrió paso
cuando desapareció el Imperio Español, y se crearon las nuevas naciones
en el sur de América


                                     XXVIII



Mi madre se opuso
A que la tumba del nieto
se le erigiera una cruz
y en su lugar se le colocara
una estrella de David
Mi Madre leía por las tardes
los Salmos y el Eclesiales en su Biblia calvinista
Mi Madre dentro de su búsqueda metafísica
Se  cuenta dentro de los primeros protestantes
Seguidores del Pastor Edmundo Jordán
Por su adhesión a la nueva religión, recibió pedradas
E insultos de las turbas que incitaba el Monseñor
Pedro Felipe Montes de Oca a la salida
de su Templo Horeb


                                              XXIX



En mis viajes por el mundo
Visitaba las juderías en busca
de Iconos de la cultura Hebrea
Estrellas de David, Menorad,
Medallas  con el segundo Templo de Jerusalén
Cuando mi Madre murió, saquearon sus pertenencias
Como se hace en la región Central
Y mi familia cargó con el botín




                                                   XXX


Hoy reivindico mi sangre judía
Que me viene de mi rama materna
También mi sangre que viene de los pueblos originarios
Pero aprovecho la ocasión para decirlo
A los cuatro vientos
Que mi condición de escritor me viene
de mi Madre lectora y mitómana
Que solo se ocupó del Libro Fundamental
Del monoteísmo bíblico
Soy la continuación de aquella mujer solitaria
Que se sentaba por las tardes
Durante toda su vida
A desentrañar con interlocutores
Imaginarios los misterios del santo libro

                                                                 XXXI



El abuelo Eustaquio Álvarez
tenía varios secretos
uno de los cuales lo ataban
a la voluntad  de los blancos de la plaza
¿ Cual era ese compromiso?
Vaya usted a saber
Cuando murió fue enterrado
con exquisita pompas fúnebre
y acompañado al viejo cementerio del Torrellas
por los godos del pueblo



                                              XXXII



El  abuelo Eustaquio si guardaba secretos
Como los libros misteriosos  que leía por las noches
Y que escondía en un cofre de madera
Su consulta le permitió saber sobre el futuro
Guerras pavorosas e inventos
El se adelanto por eso de los pronósticos
Por lo que la gente le temía
Y lo acusaban de tener pacto con el diablo



                                              XXXIII



Si es verdad que con tu magia
Atrajiste  a la futura Abuela Fidelina Álvarez
Cierta noche se apareció de manera voluntaria
Y fue a engrosar tu serrallo
Como el  rey Salomón la fornicaste
en el lecho de los sacrificios
De esa noche de lujuria y pasión
nació mi Madre Hilda que no te conoció



                                                             XXXIV


Abuela  Fidelina Judía errante
Por qué desapareciste al nacer m madre Hilda?
Muchos  años después hablaste
desde la muerte pidiéndole perdón
Para hablar desde el mas allá
Tomaste  en préstamo la voz del Abuelo
Que ya recogía los pasos







                                    XXXIV



Siempre he relacionado la memoria
Con la muerte
Ya que la reconstrucción
 del pasado
Es un recurso que emplea la mente
Para tener perfecto dominio
De la experiencia del presente cronológico
                                              








                                          XXXVI



Por qué no es necesario reescritura la historia
El culto al héroe arrancó en 1842
Cada cierto  tiempo aparece un mesiánico
a querer apropiarse de su gloria
cualquier intento resulta fallido




                                                     XXXVII


Esta raza que se originó en esta tierra de promisión
Solo es comparable en su grandeza
A la pérfida Albión
del siglo XIX victoriano
la Inglaterra que con sus mercaderías
cubría los siete mares en cinco continentes



                                XXXVIII



Acompañaron al Padre Libertador
En su empeño en inventar la América
Unos dicen que la Legión Británica
Con Daniel O’Leary  y Mac McPherson
Aseguraron a la Corona Anglosajona
Los mercados y riquezas naturales
De las nuevas naciones del Sur




                                         XXXIX



En mi ciudad de Carora estuvo el Padre fundador
Desde la Casa Amarilla pasó revista a la tropa
El Libertador Presidente se sorprendió
Por lo extravagante de los vestidos
de la gente reunida los llamó Saltimbanqui


                                      XL


No pertenezco a la tribu perdida de Israel
Somos descendientes de la Tribu de Levì
La línea sefardí por vía materna
proveniente de las Islas Neerlandesas
la complementa la Sacerdotisa calvinista
quien creó un Templo para adorar a Dios
en la Casa de mis ancestros



                                   XLI


La tía abuela sefardí  combatió
Con los Liberales amarillos de Guzmán
En la Batalla de los Cascajos
Y atendida por Ana Luna
De esa acción armada le quedó
Esa cojera y esa inmensa cicatriz
en la pierna derecha






                                     XLII



De las  mujeres del patio admiro
A doña Inés de Hinojosa mujer casquivana
Que  cometió el primer uxoricidio
En la humanidad de don Pedro de Ávila
Con su belleza arrastraba a los hombres
A cometer crímenes como al segundo marido
Jorge Voto a manos del rico encomendero
Pedro Bravo generando un movimiento 
De repulsa en una sociedad conservadora
Como Tunja condenada a morir en la horca
Por la Santa Inquisición  ese hecho pasó desapercibido
Durante cuatrocientos años y gracias al “Carnero”
De  Rodríguez Freyle llegó hasta nosotros





                                                 XLIIII

Otras mujeres que ingresan a mi galería
Son las hermanas del Prócer Pedro León Torres
Acusadas en Consejo de Guerra de atentar contra El Libertador
En su estadía en Carora en 1821 hecho que aún se recuerda
Por el Balcón de los Álvarez y la chicha de arroz
Llamada resbaladera



                                XLIV


Mi abuela Fidelina Álvarez de origen sefardí
Conducida al serrallo de Barrio Nuevo
De mi abuelo Eustaquio Álvarez
Por medio de magia negra
Al nada más nacer mi madre Hilda Álvarez
Desapareció de la faz de la tierra
Antes de morirse mi abuelo el gambito
Sufrió una transmutación
Donde la abuela en plena agonía
En algún lugar del mundo
Pedía perdón a la hija abandonada
    




        
                                                 XLV


Miembros de esta etnia poseen la capacidad de desaparecer
Sin dejar rastro de su paso por la tierra
Es el caso de mis tías abuelas Cecilia y Dolorita
Que se perdieron en esa selva de cruces
Que es el cementerio de Bella Vista
En el viejo Barquisimeto



                                  XLVI



No temo a nada  a ninguna pandemia
Mi único temor es que al morirme
La gente de mis afectos
Me olviden
Que no se pueda reconstruir la memoria
Aunque deje muchos testimonios
Y para colmo en una cultura documental



                             XLVII


No apelo al lenguaje
Sino tengo necesidad de expresar algo
Es la experiencia intelectual
De mi confrontación con el tiempo
Y lo mas grave es que vivo rodeado
De productores de relatos sobre el contorno




                                    XLVIII

A veces pienso que no me alcanza la vida
Para recurrir a las narraciones
Sobre la experiencia cotidiana
Me asalta a la mente los fantasmas
Del transcurrir de la vida en pareja
Me niego a ser testigo mudo
En esta avalancha de códigos



                                     XLIX

El silencio y la soledad son mi metódica
Para poder bucear en el imaginario
En el rebaño que habita la pequeña urbe
De sociedad  pre-industrial subdesarrollada
Pero favorecido por unos cambios
En el plano de la comunicación de masas
Que nos hacen testigo y actores de una comedia humana
Gris opacidad de unas hordas que pugnan por  acabar
El sacrosanto orden




                                      -L-


Pasado un largo periodo de hibernación
Podre resucitar en las células de la memoria
Mitocondrial haciendo realidad el mito bíblico
De la resurrección de los muertos



Carora 30 de marzo de 2020








   






                  



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